Getaria. Museo Balenciaga

Sin duda el broche final de nuestra lacimoon no pudo ser más especial. Teníamos pensado ir hasta Getaria justo en el 2020 pero con la pandemia y demás… se nos complicó la cosa. Así que al ir a Francia de viaje de novios vimos la oportunidad perfecta para pasar el último día en la tierra del genio Cristóbal Balenciaga. El museo es maravilloso y merece mucho la pena verlo. Siempre tienen exposiciones temporales y en esta ocasión coincidimos con la del fotógrafo Tom Kublin. El mundo de la moda es lo mío así que me sentí en mi salsa.

Biarritz

Llegamos a la penúltima etapa del viaje. En realidad Biarritz fue una noche de paso hasta el último destino que nos quedaba. Esta ciudad tiene mucho encanto y no solo por ser el destino favorito de la realeza europea desde 1800. Pertenece al País Vasco francés y ya te sientes como en casa. Para nosotros fue ideal llegar allí por la tarde y disfrutar de la brisa del mar. Y de sus hortensias, las hay por todas partes y van del rosa más fucsia al azul pasando por todos los malvas. El Hotel du Palais es tan maravilloso y enorme como había visto tantas veces en series y películas. Sin duda pasear por allí fue un broche perfecto para nuestro viaje por tierras francesas.

Valle del Loira. Saumur. Brissac. Beaumont-en-Véron

Con este post cerramos la parte del Loira de nuestra lacimoon. Ya solo quedan dos paradas, y no sabéis qué penita me da. Lo he dividido en los tres sitios que vamos a ver. Ahora ya no hay ningún castillo por dentro. Aunque en la entrada sí que veremos el interior de un edificio, pero eso es al final. Vamos por partes. Tenemos Saumur, Brissac y Beaumont-en-Véron. Vamos a conocerlos!

Saumur es un pueblito muy coqueto cuya mejor vista es desde el otro lado del Loira con el castillo de fondo en todo lo alto. Este pueblo es conocido como la Perla de Anjou. Y para los amantes de la moda como yo, es el lugar de nacimiento de la gran Coco Chanel.

Valle del Loira. Château de Ussé

En nuestro plan inicial no estaba programado visitar el castillo de Ussé, pero menos mal que entramos. Es una maravilla y sin duda alguna, el que más esencia antigua conserva. Este castillo es muy famoso por que en él se inspiró Charles Perrault para escribir La Bella Durmiente. De hecho, tiene una parte dedicada al cuento que nos adentra al corazón del castillo, literalmente. Su vista desde fuera impresiona pero el interior merece la pena, aunque es del que menos se ve, de los tres que hemos visto. Tiene una capilla renacentista que es algo que en los otros no había. Otra cosa curiosa de este castillo son los maniquís vestidos de época que encontramos en las diferentes salas. Y en la parte superior también, pues a la vez que subes, y admiras las vistas, te van contando la historia de Aurora. Su entrada tiene un precio de 14€ y se visita en unas dos horas, no tiene mucho jardín que digamos.